El tema de la economía circular es relativamente nuevo en el Perú. Hay problemáticas y retos que debe enfrentar el sector para poder trazar el itinerario hacia esta meta sostenible. De lograrlo, los beneficios serán trascendentales.
La economía circular implica un giro en el concepto tradicional de la producción y el consumo. La fabricación, el uso y la disposición ahora deben dar espacio a la reutilización y el reciclaje. La finalidad es lograr la sostenibilidad de la sociedad en su conjunto.
Su aplicación puede darse en cualquier sector económico a nivel mundial; sin embargo, una de las industrias que tiene grandes retos para lograr aplicarla es la construcción.
Según el Mag. Arq. André Nery, decano de Arquitectura y Urbanismo Ambiental en la Universidad Científica del Sur, el sector construcción es actualmente el más grande consumidor de recursos y materias primas, y desde luego ese proceso genera una cantidad enorme de residuos en los procesos de construcción y demolición. El problema se agrava teniendo en cuenta que solo una pequeña parte es reciclada, reutilizada o convertida en energía. “Alrededor del 40 %, según un informe del 2018 de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos”, agrega.
De igual manera, de acuerdo a la Fundación Conama (Economía circular en el sector de la construcción, 2018, p.8), en 2014, el sector construcción y el uso de edificios en la Unión Europea representa el 50 % de los materiales extraídos, el 50 % de la energía utilizada, el 25 % del agua consumida y el 25 % de los residuos generados.
Por ello, resulta urgente y necesaria la aplicación de la economía circular en este sector. No obstante, este propósito representa una tarea ambiciosa, que, por ejemplo, en la Unión Europea ya se está llevando a cabo.
Los objetivos de aplicar la economía circular en la construcción pueden ser diversos. Estos dependerán de las demandas sociales e industriales de cada país. Aunque, en líneas generales, lo que se busca es erradicar los desechos, impulsar el reciclaje de los materiales para su posterior reutilización, incrementar el ciclo de vida de los recursos y (como consecuencia directa) incrementar la vida útil de las edificaciones.
FACTORES A TOMAR EN CUENTA EN EL SECTOR CONSTRUCCIÓN NACIONAL
A decir de Cajas Ecológicas, empresa que brinda los servicios de recolección, transporte y valorización de residuos de construcción y demolición, el concepto de economía circular es relativamente
nuevo en el Perú. Empero, esto no es impedimento para pensar en una transición hacia este tipo de economía sostenible.
La empresa considera que si existe voluntad y convicción para hacer las cosas de manera adecuada se podrá lograr el objetivo, “puesto que en el sector construcción existen muchos profesionales dedicados, tales como ingenieros, arquitectos, licenciados, entre otros, que sin lugar a dudas serían capaces de establecer un sistema de trabajo diferente”.
No obstante, subraya que será necesario realizar un análisis de costo-beneficio para este pretendido modelo de economía, debido a los cambios que requerirá. “El cambio de paradigmas estará acompañado de un gran esfuerzo; muchos presentarán resistencia a este cambio, quizá por ahorrar recursos económicos o por el deseo de mantenerse aferrados al modelo de economía lineal que por
años ha acompañado y que hace tanto daño a nuestro país y al planeta”, refiere.
Cajas Ecológicas sostiene que la construcción al ser uno de los sectores económicos más importantes del país debería asumir este reto. Para ello se debe tomar consciencia de lo limitado y finito de los recursos naturales y del alto que se le debe hacer a la contaminación ambiental.
“Cada vez aumentan los sitios contaminados y áreas degradadas por residuos, afectando a un gran número de poblaciones vulnerables con enfermedades diversas y generando el incremento de las tasas de morbilidad por enfermedades crónicas relacionadas con el tema de residuos”, resalta la empresa, que considera el tema de los residuos como un factor primordial al que el sector debe darle relevancia.
El ingeniero Santiago Ruiz, consultor e instructor del Lean Construction
Institute (LCI) Perú, explica que los desperdicios en la industria de la construcción se han convertido en una parte de la industria que consideramos como “normal” en los proyectos. Esto −prosigue el especialista− es lo que menos se mide durante la ejecución de las obras y “como bien sabemos, lo que no se mide no se puede controlar, y lo que no se controla no se puede mejorar”.
Para el Ing. Ruiz, la industria de la construcción “se basa principalmente en la transformación de ideas y materiales en un producto terminado”. En ese sentido, señala
que toda la cadena de valor de la construcción implica procesos de traslado y transformación, y durante el desarrollo de estos procesos se generan muchos desperdicios. Por ejemplo, los elementos utilizados para la protección de algunos materiales durante su traslado.
“Recuerdo un proyecto en el que había muchas importaciones; los materiales llegaban en palets. Al ver la cantidad de madera, el equipo de proyecto decidió dar un taller de carpintería para los operarios y producto de los talleres se realizaron muebles que fueron vendidos
en el mercado local. Ese fue un ejemplo muy creativo de cómo identificar un desperdicio y convertirlo en un valor residual para un grupo interesado”, destaca.
Asimismo, señala que la industria de la construcción en nuestro país se centra en lo más visible, que son las edificaciones. Empero, “hay grandes oportunidades en el sector industrial, carreteras, saneamiento, etc. Aquí lo primordial es comenzar a medir el desperdicio”, enfatiza.
“Toyota entendía que los desperdicios en la industria son de tres tipos: ‘Muda’ o pérdidas, ‘Mura’ o variaciones, y ‘Muri’ o sobrecargas; para la economía circular durante la ejecución de los proyectos debemos centrarnos en las perdidas o residuos”, agrega.
De igual modo, resalta que, al saber que la economía circular es un concepto amplio, que permite conectar a diferentes actores de la industria en todas sus etapas, debemos abordar la problemática de la poca inversión en el mantenimiento y restauración de las infraestructuras en general; así como los desafíos de integrar toda la cadena de suministro, de modo que podamos identificar los desperdicios y, con base en ello, tomar decisiones consecuentemente con información veraz y actualizada.
En esa misma línea, el Mag. Arq. Nery resalta la importancia de la gestión de residuos, la cual debe ser eficiente y debe estar vinculado al seguimiento y planeamiento del ciclo de vida del material (lifecycle management). “De aquí conviene recordar el principio de
El sector construcción es actualmente el más grande consumidor de recursos y materias primas, y desde luego ese proceso genera una cantidad enorme de residuos en los procesos de construcción y demolición. El problema se agrava teniendo en cuenta que solo una pequeña parte es reciclada, reutilizada o convertida en energía. “Alrededor del 40 %, según un informe del 2018 de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos”, agrega.
cradle-to-cradle; pensar el residuo como recurso cíclico”, señala.
Entonces, si lo que se busca es aplicar la economía circular, una de las primeras acciones que se debe realizar es separar los materiales dependiendo de sus cualidades para ser reutilizados.
Por ejemplo, el acero y la madera, elementos muy utilizados en la construcción, pueden ser separados del resto de materiales con la finalidad de que puedan volver a ser utilizados. De esta manera, se evitaría su producción desde cero.
Esto significaría evitar el innecesario consumo de recursos energéticos y de la emisión de dióxido de carbono (CO2) hacia el ambiente. Además, la cantidad de desechos generados por la construcción se vería reducida de manera significativa.
El decano de Arquitectura y Urbanismo Ambiental en la Universidad Científica del Sur también da relevancia a la creación de redes o plataformas de servicio con productos, materiales o equipos para maximizar su reutilización, reparación y repartición de esos elementos. “Eso genera nuevos actores que antes eran impensados en los diferentes modelos de negocios”, indica el Mag. Arq. Nery.
Asimismo, remarca que resulta crucial invertir en tecnología y en la mejora de procesos para optimizar la productividad. Esto, en consecuencia, generará la disminución de los gastos y contribuirá a hacer más eficiente la utilización de los recursos.
Pero, no todo puede depender solo de la buena voluntad. También el marco normativo debe jugar un papel preponderante.
Según Cajas Ecológicas, en la actualidad, si bien existen muchos dispositivos legales que disponen las formas de cómorealizar una adecuada gestión de residuos sólidos, la realidad denota una situación diferente. “Un porcentaje mínimo de empresas y personas realmente cumplen a cabalidad lo reglamentado y el resultado de ello es el aumento de botaderos clandestinos”, lamenta.
Ante tal hecho, la empresa considera que para poder hablar de una acción concreta para lograr la transición hacia la economía circular se debe comenzar por el cumplimiento de las
normas, pues se trata de un “factor definitivo para dar paso al establecimiento de la circularidad anhelada”.
Por otro lado, enfatiza la necesidad de promover el establecimiento de políticas y lineamientos de trabajo, tanto a nivel de gobierno como políticas públicas y empresariales.
“Adoptar medidas progresivas, pero con un alto sentido de urgencia, por ejemplo, la utilización de materiales elaborados a partir de residuos sólidos.
Esto sería un gran avance, puesto que
Los desperdicios en la industria de la construcción se han convertido en una parte de la industria que consideramos como “normal” en los proyectos. Esto −prosigue el especialista− es lo que menos se mide durante la ejecución de las obras y “como bien sabemos, lo que no se mide no se puede controlar, y lo que no se controla no se puede mejorar”.
las empresas constructoras y, en general, el sector construcción tienen una alta demanda de materias primas y materiales que fácilmente podrían estar siendo reemplazados con elementos fabricados a partir de sus propios desechos. Este hecho facilitaría la gestión de residuos y evitaría el agotamiento de recursos naturales”, indica.
En cuanto a las empresas operadoras de residuos sólidos, menciona que se deberían establecer mecanismos para evitar la disposición final como primera opción y que, por el contrario, se prevea la valorización. “En esa línea se podría
establecer un modelo de trabajo basado en la economía circular”, añade.
RETOS Y BARRERAS
De acuerdo con la Fundación Conama (2018, p.25), la transición del sector construcción como hoy lo conocemos hacia la economía circular “va a requerir por parte de todos los actores a ciertos cambios conceptuales, incluso de lenguaje, a cambiar ciertas sinergias, algunas culturas, cambios en los modelos de producción, en los modelos de negocio, en las formas de gestión e incluso de gobernanza”.
Esto quiere decir que este proceso implicará una cadena continua de nuevos aprendizajes para todos los involucrados en la industria; se impulsará la innovación en materiales, procesos y sistemas; adecuación de nuevas rutinas laborales; adopción del trabajo colaborativo.
Todo ello nos hace suponer la existencia de retos y barreras que se tendrán que superar a lo largo de todo el proceso de conversión del sector. Algunos de los más importantes son los siguientes (Conama, 2018, p.25-):
- Retos transversales. Afectan a todo el sector construcción o gran parte del mismo. Aquí encontramos, por ejemplo, la necesidad de generar un esquema conceptual y un lenguaje común” que permita a todos los agentes implicados entender los diferentes términos y significados, la elaboración de un proceso estratégico que posibilite definir los objetivos, metas comunes, hojas de ruta, las responsabilidades, entre otros.
- En lo normativo, “se han identificado distintas trabas administrativas que provoca que no se fomente la economía circular sino todo lo contrario. Entre ellos, destacan lasfiguras de subproducto y fin de la condición de residuo, aplicado a la construcción” (Conama, 2018, p.26).
- También significa un reto la formación, capacitación y sensibilización de los distintos profesionales que intervienen de una u otra manera en la industria de la construcción en base a la economía circular; la internalización de los costes ambientales; entre otros.
- Es menester un sistema de información que “recoja y transmita de forma transparente los datos que permitan medir la circularidad del sector”.
- Otro reto consiste en seleccionar materiales de calidad, que sean duraderos, que generen un menor impacto y que contribuyan positivamente en la vida útil de las estructuras construidas.
- No obstante, antes de ello es primordial poner atención a todo el proceso de extracción de las materias primas que servirán para la fabricación de los materiales de construcción.
- Hay una falta de aceptación de nuevos materiales producto de materias primas secundarias.
- Necesidad de aplicar los principios de ecodiseño en las etapas de planificación y diseño de obras nuevas como rehabilitaciones, siendo este último caso el que supondrá un reto especial.
- Es fundamental tener en cuenta la gestión de residuos en la fase de ejecución de los proyectos de construcción, pues en esta etapa de la obra cuando más se generan desperdicios.
- El uso, el mantenimiento y la rehabilitación de las construcciones es punto clave, debido a que de darse adecuadamente se contribuye a alargar la vida útil de las mismas. Por ello es importante generar consciencia sobre la importancia de sistemas de mantenimiento eficientes, que se ejecuten óptimamente; la misma atención debe prestársele a la rehabilitación.
- Ejecutar una demolición selectiva. Esto quiere decir que cuando un edificio llegue a su final de vida útil se ejecute la demolición considerando el reciclaje.
- Desarrollar normativas claras sobre la gestión de residuos de construcción y demolición, así como plantear medidas que garanticen su estricto cumplimiento sin distinción del tipo de obra. Establecimiento de las responsabilidades de cada agente y de las sanciones correspondientes.
- Convertir los residuos en materias primas secundarias que permitan utilizar menos recursos naturales.
BENEFICIOS
Lo interesante de la aplicación de la economía circular a sea cual sea el sector es que los beneficiarios son diversos: el medioambiente, la sociedad y el propio sector.
En el caso del medioambiente, se reduce el impacto negativo en la naturaleza. Se contribuye a tener un medioambiente más amigable, más saludable y duradero. Se garantiza la duración de los recursos para las futuras generaciones.
La vida cotidiana de las personas se ve afectada de manera positiva con una mejor calidad de vida. Se goza de aire menos contaminado, lo cual significaría que hay menos probabilidades de contraer enfermedades relacionadas con la polución.
La construcción, por su parte, renovaría su mirada hacia el futuro con una agenda más sostenible. El reciclaje y la reutilización de materiales generarían la optimización de los costos
“Adoptar medidas progresivas, pero con un alto sentido de urgencia, por ejemplo, la utilización de materiales elaborados a partir de residuos sólidos. Esto sería un gran avance, puesto que las empresas constructoras y, en general, el sector construcción tienen una alta demanda de materias primas y materiales que fácilmente podrían estar siendo reemplazados con elementos fabricados a partir de sus propios desechos. Este hecho facilitaría la gestión de residuos y evitaría el agotamiento de recursos naturales”, indica.