En proyectos altamente complejos, el cumplimiento satisfactorio de cada una de las fases constructivas podrá garantizarse con la implementación del Last Planner System. Esta eficaz metodología de planificación de obra optimiza la gestión del proyecto, más aún si se complementa con la aplicación de otras metodologías como el BIM, reduciendo considerablemente la incertidumbre y la variabilidad en todo el proceso constructivo.
El Last Planner System (LPS) es una metodología de trabajo colaborativo que permite la integración de todos los actores involucrados en un proyecto. Su correcta aplicación permitirá el cumplimiento de los hitos que se establezcan, pues influye positivamente en la productividad de cada uno los colaboradores.
En proyectos en los que se aplica el LPS queda casi asegurado que los contratistas y/o subcontratistas administren sus cargas de trabajo y cumplan con sus responsabilidades. En ese sentido, el LPS permite la especificación de los trabajos que realizará cada uno de ellos y se determinará el orden de las fases y el responsable de la ejecución de cada una de estas.
Sin embargo, la implementación del Last Planner System en proyectos altamente complejos, como las obras de infraestructura, requiere tener en cuenta una serie de consideraciones. Estas variarán según los requerimientos de cada proyecto; aunque, también hay factores que estarán presentes en todo tipo de proyecto de gran envergadura.
Según el ingeniero Julio Mendoza, analista de mejora de procesos de
gestión de la producción y planificación en COSAPI, en el caso de proyectos ajenos a edificaciones, el reto es mayor, pues son pocos los casos de aplicación a la fecha y existen muchos mitos/barreras al momento de realizar la implementación del sistema de producción. No obstante, resalta que la difusión del uso del LPS en proyectos es cada vez más extendida, lo cual es importante pues se da a conocer cómo este sistema permite una mejor sinergia y colaboración en el equipo de proyecto haciendo
posible una mejor gestión de la producción de obra.
En este tipo de proyectos, para empezar, se debe partir de la premisa de que el factor humano es pieza clave para una aplicación exitosa del LPS. Así lo sostiene Juan Carlos Llanos, ingeniero residente en constructora Produktiva, quien añade: “Si todos los stakeholders, llámese contratista general, subcontratistas, capataces y proveedores están involucrados en esta metodología, el sistema va a funcionar sin problemas. Es por ello
que lo primero que recomendaría es contratar personas con este perfil”.
Dividir el proyecto por frentes es otra de las cuestiones a tomar en cuenta, según el Ing. Llanos. Cada frente, además, indica, puede llevar a cabo sus sesiones LPS, alineados a los hitos del proyecto en general. “Para esto considero importante tener una persona que pueda ser responsable directo de que las sesiones se cumplan en forma, ayudando con todo lo necesario en cada día para que las sesiones se presenten en las condiciones necesarias como tener habilitada siempre la sala de producción o asegurar la presencia de todos los asistentes”, subraya.
El Ing. Mendoza indica que al momento de implementar la metodología LPS es sumamente importante identificar la necesidad del cliente que, en el caso
de las implementaciones, es el equipo de proyecto al cual se va a buscar convencer del uso de este sistema.
“Las implementaciones son exitosas o fracasan, en su mayoría, por el convencimiento que tengan las personas al momento de hacer uso de la metodología. Por ello, se debe convencer obteniendo resultados en el corto plazo y de esta forma generar la confianza en el equipo del proyecto”, manifiesta.
Un punto clave, en opinión del Ing. Mendoza, para una correcta implementación del LPS en proyectos complejos, es entender el contexto en el cual se está desarrollando el proyecto. “Por ejemplo, en una obra minera, no siempre se va a tener la posibilidad de tener un solo Big Room, debido a la extensión de la obra. Entonces, se puede plantear la opción de tener varios Big Room, en
los cuales se desarrollen las rutinas del Last Planner. En el caso de una obra electromecánica, ocurre algo similar. Es bien complejo que luego de una jornada laboral bajo el incesante sol de algunas provincias de Lima, las personas de campo puedan asistir de forma recurrente a la sala de producción para tener la reunión diaria; se pueden tomar medidas formando grupos para controlar la asistencia del personal y tener siempre la información levantada en campo”, explica.
De acuerdo con su experiencia en proyectos de infraestructura hotelera y universitaria, el Ing. Llanos señala que uno de los hitos clave que se debe considerar son las partidas que tengan algún tiempo de importación bastante largo. Por ejemplo, los ascensores, los muros cortina, equipamiento especial como Chillers o la Bomba ACI, y los enchapes especiales. Ello se debe tener en cuenta -prosigue el especialista- para poder identificarlos con tiempo en las sesiones del plan maestro y para que puedan estar disponibles en el momento en que el proyecto los requiera. Esto es fundamental, sobre todo en estas circunstancias de crisis internacional.
Otros hitos que comúnmente se trabajan en proyectos complejos con LPS son el cierre de la excavación, el cierre de la estructura, el cierre de albañilería, y el cierre de partidas críticas, como los ascensores, equipamiento especial y equipos del cuarto de bombas.
Calendario de fases
Para el Ing. Llanos es importante que se divida el proyecto por frentes y que se elabore un Plan Maestro y Plan de Fases para cada frente. Esto con el fin de que se pueda elaborar un óptimo calendario de fases, que permita saber cómo se completarán los trabajos en el tiempo establecido.
El especialista también indica que en cada sesión deben estar presentes todas
las personas claves de cada proceso. Lo ideal es que se haga una primera sesión (Plan Maestro) en el que todo el personal de obra esté presente. Luego, las que prosigan de cada fase, conforme vaya avanzando el proyecto, solo contarán con los actores encargados de cada partida (Plan de Fases).
Dos consideraciones para no poner en riesgo el proyecto
Hay dos aspectos que se deben revisar desde el inicio de los proyectos de gran envergadura, según el Ing.
Llanos, con el fin de que la ejecución del LPS en el proyecto no tenga dificultades. El primero se relaciona con el tiempo de importación de equipos especiales. Por ello es importante hacer la procura con anticipación. Además, se debe realizar el Plan Maestro, en el que se señale el día en que se necesitarán estos elementos en la obra para que se realice la partida.
El segundo aspecto es asegurar los recursos humanos. El ingeniero residente de Produktiva resalta que se debe tener una cantidad de
“cuadrillas reales” para que el tiempo que sea necesario. “Para proyectos grandes, la gran limitante es poder tener cuadrillas de gran volumen por lo que se recomienda siempre tratar de tener varios subcontratistas para que, en el caso de que uno falle, el otro pueda tomar rápidamente su frente, y aparte de cubrir un vacío en la programación, se genera una competencia interna que hace que las cuadrillas sean más eficientes, refiere.
BIM y LPS: buenas prácticas y ventajas
En palabras del Ing. Mendoza, desde hace un par de años se hace uso de los modelos digitales para el seguimiento del plan diario mediante la visualización que brinda la geometría en 3D y la extracción de metrados. “El horizonte temporal del Lookahead planning permite que el modelo nos ayude a anticiparnos a las indefiniciones o restricciones geométricas y tener un flujo de trabajo libre de restricciones”, agrega.
Indica que, desde el 2019, en conjunto con el ingeniero Jorge Miranda, se desarrolló un método de trabajo para la realización de la planificación usando el modelo digital con un LOD 200 para la extracción de metrados de concreto y encofrado, explorando un mayor número de alternativas constructivas en menor tiempo y en sesiones de ingeniería concurrente, de forma colaborativa, se escoge la mejor alternativa dependiendo del proyecto. “En la actualidad nos encontramos explorando el uso de este método en plantas industriales”,
añade.
El uso del modelo BIM, a consideración del Ing. Mendoza, ya no es una ventaja competitiva, pues este debe ser visto como una herramienta de trabajo que, poco a poco, se va volviendo indispensable para el diseño y construcción de todos los tipos de proyectos. El BIM, a decir del especialista, puede aplicarse en complemento a las rutinas del Last Planner System, con el cual se puede lograr la definición del diseño y tener un flujo libre de restricciones en campo, ya que estas definiciones
corresponden a restricciones en el Lookahead planning y brinda un tiempo necesario para resolver la indefinición.
Con la implementación complementaria entre el BIM y el LPS se pueden obtener metrados para determinar el avance diario del proyecto, hacer simulaciones 4D para lograr una mejor secuencia constructiva, determinar la sectorización mediante automatizaciones que permitan escoger la mejor secuencia constructiva, tener sesiones de ingeniería concurrente para el diseño del producto y diseño del proceso constructivo, entre otras ventajas.
Además, la visualización del diseño del proyecto mediate el uso del modelo BIM ayuda a anticipar ciertas indefiniciones o interferencias que puedan surgir durante el desarrollo de la obra. “En este tipo de proyectos, la sinergia entre diferentes tipos de instalaciones es más retadora debido a que la densidad de tuberías por m2 es radicalmente superior a las edificaciones. Por lo tanto, el uso de herramientas 3D nos ayuda a tener una mejor coordinación de estas especialidades”, puntualiza.