El sector construcción atraviesa una de las transformaciones más profundas de su historia reciente. La irrupción de tecnologías como la inteligencia artificial, el modelado digital, la automatización y los sistemas basados en datos está modificando la forma en que se diseñan, planifican y ejecutan las obras a nivel global.
Durante décadas, la construcción fue una de las actividades menos digitalizadas, con procesos tradicionales y alta dependencia del trabajo manual. Sin embargo, la presión por mejorar la productividad, reducir sobrecostos y elevar los estándares de seguridad ha impulsado una rápida digitalización, acelerada aún más por la pandemia de COVID-19, que evidenció la necesidad de herramientas digitales para coordinar equipos, monitorear avances y mantener la continuidad operativa.
Actualmente, la adopción de tecnologías como Building Information Modeling (BIM), la Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA) y los gemelos digitales está dando forma a una nueva era en la gestión de proyectos, basada en datos y colaboración interdisciplinaria. Este cambio no solo es técnico, sino también cultural y humano: la automatización y la IA están redefiniendo las funciones de ingenieros, arquitectos, supervisores y operarios.
LA REVOLUCIÓN DIGITAL DEL DISEÑO Y LA INGENIERÍA
El impacto de la digitalización en la etapa de diseño es quizás el más visible. La adopción del modelado BIM ha permitido integrar en una sola plataforma los aspectos estructurales, arquitectónicos y de instalaciones de una obra. Sin embargo, la tendencia actual va más allá del simple modelado tridimensional. En el entorno global, los proyectos más avanzados ya trabajan con ecosistemas de datos conectados que alimentan gemelos digitales, capaces de simular el comportamiento de la infraestructura durante su ciclo de vida.
En este punto, el ingeniero Cristhian Laura, investigador sobre inteligencia artificial para la gestión de proyectos en la Universidad de Alberta (Canadá), destaca que “más que reemplazar al BIM, las tecnologías emergentes están llevándolo a una nueva etapa”. Según explica, en los próximos años veremos una integración más profunda con gemelos digitales (digital twin), que combinarán los modelos con datos en tiempo real para anticipar y optimizar el desempeño de los activos.

El Ing. Laura añade que la inteligencia artificial permitirá prever retrasos y ajustar costos a partir de datos históricos, mientras que el reality capture —a través de escaneo láser, fotogrametría o cámaras 360°— mantendrá los modelos actualizados desde el terreno. Asimismo, tecnologías como blockchain y realidad aumentada fortalecerán la trazabilidad y la colaboración entre los distintos actores del proyecto. En conjunto, estas herramientas, según el investigador, transformarán al BIM en un entorno digital inteligente, donde el verdadero valor residirá en la capacidad de predecir y decidir en tiempo real.
Estos avances están cambiando los perfiles profesionales. Surgen figuras como el BIM Manager, el Coordinador de Datos de Proyecto o el Ingeniero de Integración Digital, responsables de garantizar la interoperabilidad entre plataformas y la coherencia entre los modelos. A su vez, los especialistas en simulación energética, diseño paramétrico y análisis predictivo ganan relevancia, especialmente en proyectos de gran escala o de infraestructura crítica.
Según el Dr. Ing. Alexandre Almeida, profesor e investigador de la Escuela de Posgrado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Lima, “formar profesionales de la construcción ya no se limita a enseñar gestión o diseño, sino a desarrollar nuevos perfiles digitales capaces de liderar proyectos desde una visión sistémica”. Esta transformación educativa es clave para sostener la transición tecnológica del sector.
El especialista destaca que modelos como Virtual Design and Construction (VDC) e Integrated Project Delivery (IPD), impulsados por el Center for Integrated Facility Engineering (CIFE) de la Universidad de Stanford, se han convertido en referentes globales. Ambos enfoques integran BIM, simulación, análisis de datos y automatización, pero también promueven habilidades de colaboración y liderazgo basado en valor. En palabras del Dr. Almeida, “las universidades más innovadoras están transformando sus programas hacia una formación integral basada en la ciencia de las operaciones, la digitalización y la colaboración interdisciplinaria”.
En ese contexto, comenta que la Universidad de Lima lanzará en 2026 una maestría orientada a formar profesionales con competencias en modelado digital, gestión de la producción de proyectos, sostenibilidad e innovación tecnológica aplicada. Este tipo de iniciativas busca cerrar la brecha entre ingeniería, gestión y tecnología, preparando líderes capaces de operar en el entorno AECO (Architecture, Engineering, Construction and Operations), donde los límites entre disciplinas se desdibujan y la productividad depende de la integración de datos y procesos.
AUTOMATIZACIÓN, ROBOTIZACIÓN Y NUEVOS OFICIOS EN OBRA
El impacto de la tecnología se extiende también al campo operativo. La automatización de tareas repetitivas mediante robots, impresoras 3D y maquinaria inteligente está transformando los oficios tradicionales en la obra. En muchos países, ya se utilizan robots para colocación de ladrillos, pavimentado, soldadura o inspección de estructuras. Del mismo modo, los sistemas de monitoreo por drones y sensores IoT están reemplazando tareas de supervisión manual por controles automatizados basados en datos en tiempo real.
Estas innovaciones están reduciendo la necesidad de mano de obra en ciertas actividades físicas, pero también están generando nuevas oportunidades laborales. Se requieren operadores de robots de construcción, técnicos de mantenimiento digital, especialistas en calibración de sensores y analistas de datos de campo. Los trabajadores con experiencia en obra que logren incorporar conocimientos en programación básica, análisis de datos o gestión digital tendrán mayores posibilidades de mantenerse competitivos en este nuevo entorno.

El desafío, por tanto, no es eliminar puestos, sino transformarlos. Las empresas constructoras deben acompañar la transición con programas de capacitación que integren conceptos de automatización, control de procesos y Lean Construction. Las habilidades de interpretación de modelos digitales, gestión visual y colaboración entre disciplinas serán esenciales para el trabajador de la próxima década.
ADAPTACIÓN DE LAS EMPRESAS ANTE LA AUTOMATIZACIÓN
Para las empresas de construcción, especialmente las medianas y pequeñas, el avance tecnológico representa tanto un desafío como una oportunidad. Adoptar tecnología sin una estrategia clara puede generar sobrecostos y resistencias internas. En este punto, la visión del Dr. Ing. Almeida es categórica: “la clave está en pensar en sistemas y no en tareas. La automatización debe verse como parte de una estrategia de transformación productiva, no como una simple digitalización”.
El especialista explica que estas empresas pueden iniciar su transformación con tres acciones estratégicas. Primero, adoptar el pensamiento de “proyecto como sistema de producción” (Project as Production System), basado en los principios de Lean Construction y Project Production Management (PPM), para controlar flujo, capacidad y variabilidad. Segundo, implementar herramientas digitales accesibles, como BIM colaborativo en la nube, plataformas de datos compartidos o sensores IoT, priorizando la interoperabilidad y la escalabilidad. Y tercero, invertir en la formación y certificación de equipos en metodologías modernas como VDC o Modern Construction, que integran ciencia de operaciones con tecnología y colaboración.
Además, el Dr. Ing. Almeida enfatiza que “la ventaja competitiva no radica en tener más tecnología, sino en integrar personas, procesos y datos para lograr proyectos más predecibles, eficientes y sostenibles”. Esta afirmación refleja un cambio profundo de paradigma: la transformación digital del sector no es únicamente una cuestión técnica, sino de cultura organizacional y gestión del conocimiento.
EMPLEOS HÍBRIDOS Y NUEVAS COMPETENCIAS PROFESIONALES
La convergencia entre ingeniería civil, robótica, analítica y ciencia de datos está dando origen a empleos híbridos que hace una década eran impensables. Aparecen figuras como el ingeniero de automatización de obra, que diseña sistemas para sincronizar robots y maquinaria autónoma; el data engineer de construcción, encargado de estructurar y limpiar datos provenientes de sensores, modelos y plataformas; o el coordinador de gemelos digitales, responsable de integrar los flujos de información desde el diseño hasta la operación.
En paralelo, crecen las posiciones relacionadas con la sostenibilidad y eficiencia energética, que requieren conocimientos tanto de ingeniería ambiental como de simulación digital. La inteligencia artificial, por su parte, abre espacio a profesionales que analicen grandes volúmenes de información para prever desviaciones, optimizar cronogramas o anticipar fallas constructivas.

Estos nuevos roles comparten una característica: requieren competencias interdisciplinares. El ingeniero del futuro no solo debe dominar cálculos estructurales o hidráulicos, sino también comprender la lógica de los sistemas de información, la programación y la gestión de datos. La frontera entre la ingeniería civil, la informática y la gestión se vuelve cada vez más difusa.
POLÍTICAS PÚBLICAS Y RECONVERSIÓN LABORAL
La transición tecnológica no será sostenible sin un respaldo institucional y educativo sólido. En América Latina, el avance de las políticas públicas para la reconversión laboral del sector construcción es todavía desigual. Sin embargo, según el Dr. Almeida, “se empieza a reconocer la necesidad de alinear la inversión en infraestructura con la innovación tecnológica y el desarrollo de capital humano especializado”.
El experto subraya que los incentivos estatales más efectivos son aquellos que promueven la formación continua en BIM, Lean, VDC, industrialización e inteligencia artificial; el impulso de proyectos piloto colaborativos, basados en el modelo IPD, para demostrar eficiencia y reducir sobrecostos; y la vinculación universidad–empresa–Estado para desarrollar competencias tecnológicas aplicadas a la productividad y sostenibilidad del sector.
En ese sentido, subraya que “el reto es pasar de políticas centradas en la obra terminada a políticas centradas en el valor generado por el conocimiento, la innovación y la eficiencia productiva”.
EL FUTURO LABORAL DEL SECTOR: DEL TRABAJO FÍSICO AL TRABAJO DIGITAL
El futuro del empleo en la construcción dependerá de la capacidad de los profesionales y organizaciones para integrarse en ecosistemas tecnológicos. La automatización reducirá tareas rutinarias, pero incrementará la demanda de perfiles analíticos, colaborativos y orientados a la mejora continua. La frontera entre obra y oficina se difumina, y los profesionales deberán moverse con fluidez entre entornos físicos y virtuales.
A medida que la industria evolucione hacia modelos más digitalizados y sostenibles, los trabajadores que logren combinar conocimiento técnico con pensamiento sistémico tendrán una ventaja decisiva. El cambio ya no es opcional: es una condición para la competitividad. Los proyectos del futuro se gestionarán con datos, pero se construirán con personas capaces de entender el sistema en su conjunto.
Esa integración entre tecnología, procesos y talento marcará la diferencia entre las empresas que sobrevivan a la revolución digital y las que queden rezagadas en un sector cada vez más exigente, eficiente y global.



