Construcción modular, sistema constructivo que evoluciona

Por Costos

La construcción modular está revolucionando el sector construcción por su rapidez, eficiencia y menor impacto ambiental. Este sistema, basado en el ensamblaje de componentes prefabricados, ofrece soluciones versátiles frente a los métodos tradicionales.                                  

En los últimos años, la construcción modular, también conocida como construcción en seco, ha comenzado a posicionarse como una alternativa técnica y económicamente viable frente a los métodos tradicionales de construcción. A diferencia de los sistemas húmedos, que dependen del uso intensivo de ladrillo, cemento y concreto armado, la construcción modular emplea componentes prefabricados que se montan en el lugar de la obra con alta precisión, menor tiempo y menores residuos.

El creciente interés por este modelo en el Perú y otros países de América Latina responde a diversos factores: la necesidad de soluciones habitacionales más rápidas, el auge de los proyectos industriales e institucionales que requieren ampliaciones inmediatas, y la presión del sector por reducir la huella ambiental de la construcción. A ello se suma la aceleración tecnológica que permite producir módulos con elevados estándares de calidad, adaptables a múltiples usos y condiciones geográficas.

En el contexto peruano, este sistema de construcción ha encontrado espacio en distintos tipos de proyectos. De acuerdo con Álvaro Coll, gerente comercial de la empresa Alquimodul, los sectores industrial y minero siguen siendo el principal demandante de las construcciones modulares, gracias a su rapidez y flexibilidad. 

Sin embargo, señala que, en los últimos años en Perú, en línea con otros países del entorno, “la construcción modular está haciéndose cada vez más conocida y cada vez se desarrollan más proyectos institucionales como colegios, clínicas, comisarías, hospitales, etc.”

De igual manera, indica que está presente en el sector residencial. “En cualquier país siempre es el sector más reticente a aplicar los conocidos MMC (Métodos Modernos de Construcción), entre los que se encuentra la construcción modular off site que nosotros desarrollamos, debido a la cultura de obra tradicional de ladrillo o concreto que, en contra de la realidad, aún la gente percibe como más segura y resistente”, explica.

“En este sentido, en los últimos años hemos desarrollado nuestra división modulhaus.pe con la que ofrecemos viviendas industrializadas, así como casas con el concepto tiny house, habiendo desarrollado varios proyectos de casas de campo y playa en Lima”, añade.

Y es que la flexibilidad para ajustarse a requerimientos específicos —tanto en diseño como en tiempo— ha hecho que esta metodología gane adeptos en sectores que requieren inmediatez sin sacrificar durabilidad.

VENTAJAS FRENTE A LA CONSTRUCCIÓN TRADICIONAL

La construcción modular no solo implica rapidez, sino también eficiencia en múltiples niveles. En comparación con los sistemas tradicionales de albañilería, este sistema de construcción permite reducir considerablemente los tiempos de obra. Según el vocero de Alquimodul, con la construcción modular se puede reducir los plazos de ejecución entre un 30 % y 50 %, en comparación con la construcción tradicional. 

Ello se debe a que los módulos o componentes son fabricados en ambientes controlados, mientras se prepara el terreno, donde luego serán trasladados para su montaje, evitando retrasos asociados al clima o la logística de materiales a granel. “El proceso industrializado minimiza retrasos por condiciones climáticas y facilita una entrega más rápida y eficiente del proyecto, cumpliendo mejor con los plazos previstos. La fabricación en entorno controlado reduce errores y retrabajos, lo que agiliza aún más el proceso”, anota.

Explica que al realizar la mayor parte del trabajo en fábrica, la cantidad de actividades y materiales en el lugar de la obra se reduce notablemente, lo que disminuye el desorden y facilita el mantenimiento de un entorno limpio y seguro. Además, subraya que las tareas de ensamblaje en obra son más rápidas y generan menos residuos dispersos, lo que “contribuye a una obra más ordenada y a mejorar las condiciones de seguridad para los trabajadores”.

“La construcción modular puede reducir los residuos de obra hasta en un 70 % y 90% en comparación con la construcción tradicional, gracias a la optimización del uso de materiales en fábrica y la posibilidad de reciclar o reutilizar los sobrantes. El entorno controlado de la fábrica permite una gestión más eficiente de los recursos, minimizando el desperdicio y facilitando la separación y reciclaje de materiales”, destaca.

MATERIALES Y CALIDAD: CLAVES DEL RENDIMIENTO

Los materiales más comunes en la construcción en seco en Perú incluyen paneles de fibrocemento, placas de yeso laminado (drywall), perfiles metálicos galvanizados, paneles SIP (Structural Insulated Panels), madera tratada y aislantes térmicos o acústicos. Cada uno cumple una función específica en los sistemas de cerramiento, estructura y acabados, y su elección depende de las condiciones del proyecto y el entorno geográfico.

Para garantizar la calidad y durabilidad de estos materiales, los fabricantes implementan controles de calidad desde la etapa de diseño. Las piezas prefabricadas deben cumplir con normas técnicas como la Norma Técnica Peruana (NTP) para componentes modulares y las certificaciones ISO relacionadas con sistemas de gestión de calidad. En zonas sísmicas como las del litoral peruano o en regiones altoandinas con climas extremos, estos materiales deben demostrar buen comportamiento estructural, resistencia térmica y mínima absorción de humedad.

SOSTENIBILIDAD                                                                                  

Una de las mayores fortalezas de la construcción modular es su aporte a la sostenibilidad, tanto en la fase de producción como durante la operación de los edificios. A diferencia del modelo convencional, esta tecnología se basa en procesos industrializados que permiten fabricar componentes con gran precisión y bajo estrictos estándares de control de calidad. Esto no solo reduce significativamente los errores constructivos en obra, sino que también minimiza el desperdicio de materiales, al optimizar el corte, ensamblaje y transporte. Los residuos generados son en menor volumen, más fáciles de gestionar y, en muchos casos, reincorporados al proceso productivo.

Asimismo, desde el punto de vista del comportamiento energético, las edificaciones modulares presentan ventajas comparativas frente a construcciones tradicionales. Los módulos pueden integrar aislantes de alto desempeño térmico y acústico, así como sellos herméticos en juntas y encuentros, lo que reduce considerablemente las filtraciones de aire. Esto disminuye la dependencia de sistemas de climatización artificial, reduciendo el consumo energético a lo largo de toda la vida útil del edificio. En climas extremos, donde la eficiencia térmica es clave para la habitabilidad, esta característica representa una mejora sustancial en el confort interior sin penalizar los costos operativos.

Además, algunas empresas pioneras en el rubro han empezado a incorporar soluciones energéticas activas directamente en el diseño de los módulos. Ejemplos de ello son las fachadas ventiladas prefabricadas que favorecen la disipación del calor, o los paneles solares integrados en techos y muros que permiten la generación distribuida de energía. Estas innovaciones refuerzan el enfoque sustentable de la construcción modular y responden a la creciente demanda de edificaciones autosuficientes o de consumo casi nulo. Al combinar eficiencia energética pasiva y activa, los sistemas modulares se consolidan como una opción estratégica para afrontar los desafíos ambientales del sector construcción en América Latina y el mundo.

CAPACITACIÓN Y PREPARACIÓN DEL MERCADO LABORAL                                                                                                            

Un cambio de paradigma como el que representa la construcción en seco requiere de un capital humano adecuadamente preparado. A diferencia de la albañilería convencional, este tipo de edificación exige competencias técnicas específicas: lectura de planos con precisión milimétrica, manejo de herramientas eléctricas, instalación de elementos estructurales modulares y acabados sin juntas visibles.

Diversas instituciones técnicas en el Perú ya han incorporado módulos de capacitación en construcción en seco en sus currículos. El Servicio Nacional de Capacitación para la Industria de la Construcción (Sencico) ofrece especializaciones para técnicos en sistemas drywall, instalaciones prefabricadas y seguridad en montaje modular. Además, programas de certificación técnica promovidos por empresas proveedoras de materiales están ayudando a elevar el estándar profesional en este rubro.

Sin embargo, aún persisten desafíos. No todo el personal técnico del país está familiarizado con estas técnicas, y se necesita una política más activa para capacitar a obreros y operarios que hoy se desempeñan exclusivamente en construcción tradicional. La masificación de esta tecnología constructiva dependerá, en parte, de la capacidad del sistema educativo y del sector privado para acelerar esta transición.

COSTOS Y RENTABILIDAD A LARGO PLAZO

Uno de los prejuicios más comunes respecto a la construcción modular es que sus costos iniciales son elevados. Si bien el precio por metro cuadrado puede ser superior al de una estructura de albañilería tradicional, este sobrecosto inicial se compensa con creces por la reducción de plazos de obra, menor necesidad de mano de obra permanente, ahorro en transporte de materiales y disminución de accidentes o desperdicios.

Al respecto el gerente comercial de Alquimodul sostiene que la reducción de plazos implica menores gastos generales, como seguros e intereses de préstamos, y permite entregar proyectos más rápido, mejorando el flujo de caja para el cliente. 

Además, a largo plazo, las edificaciones modulares presentan una mayor eficiencia operativa: mejor comportamiento térmico, menor mantenimiento por desgaste, y facilidad para ampliaciones o desmontajes sin grandes demoliciones. “Los edificios modulares suelen ser más eficientes energéticamente, lo que reduce los costos operativos a largo plazo y aumenta el atractivo para usuarios y compradores finales”, refiere el representante de Alquimodul.

En ese sentido, en contextos donde la flexibilidad del espacio es clave, como centros logísticos o plantas industriales, estas ventajas económicas se vuelven determinantes.

INNOVACIÓN Y FUTURO DEL SISTEMA

El impulso a la construcción modular también se apoya en el desarrollo de nuevas tecnologías. En los últimos años han surgido sistemas de modelado BIM aplicados a estructuras modulares, tecnologías de impresión 3D para fabricación de elementos prefabricados, e innovaciones en automatización del montaje en sitio. La posibilidad de conectar digitalmente el diseño, la prefabricación y la instalación permite optimizar tiempos, reducir errores humanos y elevar la calidad del resultado final.

En ese sentido, se espera que la próxima década traiga consigo una integración más profunda entre diseño paramétrico, inteligencia artificial en planificación de obras y materiales inteligentes, como paneles que regulan la temperatura o estructuras que monitorizan su propio estado estructural.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

Leave a Comment