Son muchos los elementos residuales generados en la construcción. Muchos de ellos son reaprovechables, es decir, pueden ser transformados y volver a ser utilizados. Otros, en cambio, por su alta peligrosidad para la salud, tienen un tratamiento y un destino distinto. No obstante, el manejo de ambos tipos de residuos contribuye en la mejora de las condiciones de vida de la sociedad y en el desarrollo de una industria más sostenible.
Una de las actividades más generadoras de residuos en el mundo es la construcción. En este sector productivo, los restos contaminantes provienen desde la extracción de los insumos para la fabricación de los diferentes materiales hasta el final de la vida de las estructuras construidas (demolición).
El problema se agrava cuando estos residuos contaminantes de la construcción terminan en botaderos ilegales, generando perjuicios de carácter económico, ambiental y social. Ríos repletos de desmonte, aguas subterráneas contaminadas con sustancias tóxicas, enfermedades causadas por la polución, son algunas de
las consecuencias de no darle la atención correcta al concepto de gestión de residuos.
Por años, el manejo de los residuos de la construcción no ha recibido la atención debida de los especialistas. No obstante, esto ha cambiado. Actualmente, muchos países en el mundo tienen implementados marcos normativos que ayudan al sector a ser cada vez más sostenible y más amigable con el medioambiente.
En el Perú esta tarea también está puesta en marcha. Cajas Ecológicas –empresa que brinda los servicios de recolección, transporte y valorización de residuos de construcción y demolición− sostiene que, desde la publicación de la Ley General de Residuos Sólidos en el 2000, se lograron algunos avances positivos, aunque todavía quedaba mucho por mejorar. Esto debido a que no se establecieron funciones claras, las cuales cayeron en ambigüedad. “Hay una falta de claridad en la ejecución de las labores y responsabilidades”, comenta la empresa.
Sin embargo, en los últimos 10 años, los avances en cuanto al manejo de los residuos originados por la actividad de la construcción han sido prometedores. En 2013, según Cajas Ecológicas, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) publicó un reglamento que “entregaba un panorama cuasi establecido”. Su modificación llegaría 3 años después y con ello, un cambio sustancial.
“Con la aprobación del D.S. N° 019-2016-Vivienda, se introdujo la separación de responsabilidades, asignando de cierta manera las funciones en cuanto a regulación de las actividades de construcción y su gestión de residuos sólidos. Ese mismo año se aprobó la Nueva Ley de Gestión Integral de Residuos Sólidos, la cual derogaba la Ley N° 27314, que entró en vigencia a partir de la aprobación de su reglamento un año después”, anota Cajas Ecológicas.
Es con este nuevo marco normativo que el enfoque en cuanto a residuos tomó un rumbo completamente distinto. Cajas Ecológicas sostiene que, a partir de este momento, se instauraron algunos principios, como el de Responsabilidad Compartida y la de Responsabilidad Extendida del Productor. También, se dio facultades de fiscalización a OEFA y a las municipalidades distritales y provinciales. Asimismo, se comenzaron a realizar reformas en pro de la mejora de las condiciones del manejo de residuos de construcción y se establecieron facultades claras a todos los niveles del Gobierno.
“Con todo ello quedarían asentadas ya las bases normativas para asegurar una adecuada gestión de residuos sólidos”, comenta.
RESIDUOS SÓLIDOS REAPROVECHABLES
De acuerdo con Cajas Ecológicas, los residuos de naturaleza pétrea o de base árida componen más del 60 % de los residuos originados en la actividad constructora. Aunque esta cantidad porcentual varía según la etapa del proyecto.
La empresa indica que en la etapa de anillos, cimientos o casco se generan mayores cantidades de residuos sólidos de naturaleza pétrea. En estos casos, pueden llegar a componer entre el 80 % y 85 % de los residuos totales. Mientras, en la etapa de acabados, la cantidad se reduce y solo conforma entre el 10 % y 25 % del total.
Estas variaciones, sin embargo, no solo dependen de la etapa del proyecto. Cajas Ecológicas destaca que también influye el tipo de proyecto. “Por ejemplo, un proyecto de viviendas u oficinas genera diferentes residuos que un proyecto tipo centro comercial, carreteras u otros”, añade.
Otros residuos presentes (en menores cantidades) en las obras de construcción que destaca Cajas Ecológicas son los restos de madera, metales ferrosos y no ferrosos, plásticos (de los tipos PET, PVC, PEAD, PEBD, PP y PS), papeles y cartones.
Manejo de los residuos sólidos reaprovechables
En toda obra de construcción siempre habrá residuos que deberán gestionarse adecuadamente. Para ello es vital que el encargado del proyecto de construcción sea consciente de la importancia del manejo de estos elementos y pueda identificar los restos de materiales que se generarán en cada fase de la obra. Lo siguiente será contactar a empresas especializadas en la tarea del manejo de estos residuos.
Con base a su experiencia, Cajas Ecológicas sostiene que todos los residuos provenientes de los distintos proyectos de construcción o demolición se acondicionan acopiándolos en unos contenedores especiales (cajas ecológicas) con los que cuenta la empresa. Estos contenedores son dejados
al interior de la obra. La empresa resalta que solo deben ser llenados con residuos de características no peligrosas.
Una vez que la caja ecológica está completamente llena, el generador se comunica con la central de operaciones de la empresa para solicitar un cambio o recojo del contenedor. Luego estos son transportados hacia una planta de valorización en la que se desarrolla la segregación de los componentes.
“Los residuos sólidos recolectados de obra son transportados a la Planta de Valorización de Residuos Sólidos. En dicha infraestructura son registrados y basculados, según su origen, en áreas donde se realiza un proceso de identificación y posterior segregación de cada componente, logrando extraer papeles, cartones, maderas, plásticos, metales y, en mayores cantidades, los residuos de naturaleza pétrea. Todos estos elementos a excepción
“Los residuos sólidos recolectados de obra son transportados a la Planta de Valorización de Residuos Sólidos. En dicha infraestructura son registrados y basculados, según su origen, en áreas donde se realiza un proceso de identificación y posterior segregación de cada componente, logrando extraer papeles, cartones, maderas, plásticos, metales y, en mayores cantidades, los residuos de naturaleza pétrea. Todos estos elementos a excepción del concreto (naturaleza pétrea) se comercializan directamente en las empresas transformadoras que reciclan los residuos sólidos reaprovechables”, expone Cajas Ecológicas.
del concreto (naturaleza pétrea) se comercializan directamente en las empresas transformadoras que reciclan los residuos sólidos reaprovechables”, expone Cajas Ecológicas.
El manejo y la gestión de los diversos tipos de residuos provenientes de la construcción son diferentes. Según la empresa, esta variación obedece al equipamiento existente, así como a su destino final. Aunque -subraya- que también hay algunos elementos que tienen un similar proceso, debido a que tienen el común el requerimiento del mismo equipamiento y su destino final.
Por ejemplo, la empresa explica que los metales ferrosos y no ferrosos se acopian en áreas previamente designadas en la cual se controlan los volúmenes conforme a la capacidad de almacenamiento del área designada. Su recojo se da a través de tráileres con plataforma y su llenado se realiza de manera mecanizada con cargador frontal. Asimismo, el acondicionamiento al interior del vehículo es manual y es realizado por 4 o 5 operarios.
Sin embargo, Cajas Ecológicas refiere que esto no pasa con materiales
como el cartón y el papel, cuya estiba y carga es de manera manual a través de sacos de gran capacidad que permiten tener hasta 0.50 m3 por carga y con su equivalente en masa. Estos residuos se transportan en camiones barandas de 21 o 30 m3 de capacidad, y se requiere del trabajo de 3 o 4 operarios por carga.
Por otro lado, los residuos de naturaleza pétrea tienen otro proceso. Cajas Ecológicas indica que estos se almacenan de manera temporal al interior de la planta previniendo una clasificación previa al proceso de reciclaje.
Una vez que se ha almacenado la cantidad suficiente de estos residuos para ser transportados, son trasladados a fábricas de productos prefabricados de concreto. Cajas Ecológicas comenta que tienen un convenio de cooperación con estas empresas, las cuales se encargarán de manejar estos residuos para generar productos derivados, como agregados reciclados, bloques para tabiquerías y cerramientos, adoquines de alto tránsito, entre otros.
Empero, también existen residuos que no son reciclables o reaprovechables. Estos, según la
empresa, son aquellos elementos que “no obedecen a ningún proceso de valorización” en sus instalaciones; debido a su estado, pues podría tratarse de elementos deteriorados, sucios o mojados. “Al interior de la planta estos son los restantes de aquellos elementos identificados y segregados para su valorización”, añade.
“Los residuos sólidos de construcción y demolición no reaprovechables se acopian en áreas previamente establecidas, para luego ser dispuestos en vehículos de gran capacidad y conducidos hacia las infraestructuras de disposición final autorizadas”, puntualiza la empresa.
RESIDUOS PELIGROSOS
En la construcción no solo se generan residuos que pueden ser reaprovechados. También hay elementos tóxicos y/o peligrosos que pueden afectar directamente la salud de los trabajadores en la obra y de las personas que viven alrededor del lugar donde se llevan a cabo los trabajos.
Séché Group Perú, empresa especializada en el manejo de residuos peligrosos y que brinda asesorías y capacitaciones sobre el acondicionamiento que deben tener este tipo de residuos, indica que en las obras de construcción y demolición se puede encontrar asbesto (también llamado, amianto). Mineral que, según la empresa, está formado por un grupo de silicatos microcristalinos fibrosos en cadena. Dependiendo de su composición química, el asbesto puede diferenciarse en varios tipos. “Entre ellos destacan las serpentinas y los anfiboles”, añade Séché Group Perú.
Este mineral, a decir de la empresa, se caracteriza por sus excelentes propiedades aislantes, mecánicas y químicas. Además, presenta resistencia al calor y a las llamas (abrasión y tracción) y es resistente a la degradación de productos químicos y biológicos. Es por ello, que el asbesto
“El objetivo principal en el manejo de asbesto o de materiales que lo contengan es prevenir la dispersión de la fibra y polvo en el ambiente y, sobre todo, cuidar a las personas que pueden tener contacto con este residuo (clientes, transportistas y operarios que reciben la carga, entre otros)”, refiere Séché Group Perú.
es muy utilizado en una gran variedad de productos manufacturados. Según Séché Group Perú, el asbesto se encuentra en los siguientes materiales de construcción:
- Tejas onduladas
- Placas de fibrocemento con crisotilo para techos
- Canales para colección de lluvias
- Tanques de almacenamiento de agua
- Tubería de fibrocemento de crisotilo
- Baldosas elaboradas con fibra de asbesto
- Bandas y pastillas para frenos
- Aislante de asbesto en tubería
- Tejido de asbesto
- Cordón torcido de asbesto
- Asbesto proyectado como revestimiento para la protección de estructuras metálicas y como revestimiento termoacústico
- Fibras de amianto, usadas como aislante interior de puertas cortafuegos en cámaras de aire en paredes y techos
- Como aislamiento acústico y térmico
Peligro latente
A pesar de las relevantes propiedades del asbesto o amianto, es necesario señalar que este mineral es altamente tóxico. Séché Group Perú sostiene que la exposición al asbesto puede causar asbestosis (fibrosis pulmonar), cáncer de pulmón, mesotelioma maligno (pleura o peritoneal) y placas pleurales.
Los trabajadores en obras de construcción en los que se encuentre este mineral resultan ser los más afectados, debido al alto grado de exposición. Pero no son los únicos.
“Las fibras de diámetro pequeño y partículas pequeñas que contienen fibras pueden permanecer suspendidas en el aire largo tiempo y así ser transportadas largas distancias por el viento”, explica Séché Group Perú. “Estas fibras de asbesto generalmente no se degradan a otros compuestos y permanecerán virtualmente inalteradas. Aunque, la forma de asbesto más común, el crisotilo, puede experimentar una leve pérdida de mineral en ambientes ácidos”, añade
Es decir, las personas que viven alrededor o que se encuentran cerca de la obra también están expuestas a contaminarse. Por lo tanto, pueden presentarse daños en su salud.
La empresa anota que la contaminación del agua también se puede dar por la erosión de depósitos naturales de asbesto o por la destrucción con el tiempo de las tuberías y tanques de fibrocemento con crisotilo que están expuestas al ambiente.
Igualmente, el suelo en contacto con este mineral se vuelve una vía más de polución.
“Los suelos contaminados con asbesto son un riesgo para la salud si las fibras se transfieren al aire y llegan a ser inhaladas. Este riesgo puede aumentar dependiendo del tipo y la cantidad de material de asbesto presente en el suelo, así como de la existencia de factores que provoquen perturbaciones que lo transfieran más fácilmente al aire”, manifiesta.
Manejo de los residuos peligrosos
La importancia del manejo de estos residuos recae, principalmente, en evitar que las personas se expongan a estos desechos que vulneran su salud. Séché Group Perú manifiesta que desarrolla un proceso riguroso para lograr una correcta disposición final, en este caso, del asbesto.
“El objetivo principal en el manejo de asbesto o de materiales que lo contengan es prevenir la dispersión de la fibra y polvo en el ambiente y, sobre todo, cuidar a las personas que pueden tener contacto con este residuo (clientes, transportistas y operarios que reciben la carga, entre otros)”, refiere Séché Group Perú.
Con base a su experiencia, la empresa comenta que, para manejar este tipo de residuos, primeramente, se debe contar con el personal calificado. “Contamos con un equipo que tiene know how del cuidado extremo que se debe tener con este residuo, ya que el personal que realiza estas actividades de desmantelamiento, carga, estiba, descarga y confinamiento debe seguir procedimientos estandarizados y contar con los EPP adecuados de forma obligatoria”, subraya.
Además, explica que el desmantelamiento de las infraestructuras que contienen asbesto se realiza siguiendo estrictos protocolos de seguridad para evitar la dispersión del mineral.
Sobre el proceso de carga y embalaje hermético, señala que debe ser supervisado por un especialista en seguridad. Mientras, sobre la descarga, explica: “Antes de realizar la descarga del residuo en nuestra planta Ecocentro Chilca debe pasar por evaluación de nuestro laboratorio para poder asignar un tratamiento correcto dependiendo las características del residuo”.
En el proceso de manejo del asbesto, Séché Group Perú menciona que utiliza 2 tipos de técnicas, según lo más conveniente: el confinamiento y la estabilización.
- Técnica de confinamiento: consiste en crear barreras físicas entre el residuo o material que contiene asbesto y el área exterior, como otras estructuras o los habitantes de un edificio.
- Técnica de estabilización: se trata de aplicar, mediante regado y/o inyección, una sustancia liquida (en el caso más sencillo, agua) o un material elastómero (polímero de comportamiento elástico, como neopreno o poliuretano) sobre el residuo de asbesto para reducir la posibilidad de liberar fibras o polvo en el ambiente.
Una vez que ya se ha identificado el tratamiento que se deberá emplear, la empresa menciona que se procede a descargar los residuos con maquinaria pesada, evitando romper los embalajes dentro de coordenadas específicas para confinamiento dentro del depósito de seguridad (zona segura y aislada).
“Esto se encapsula de forma inmediata con tierra de tratamiento. Prohibido compactar este tipo de residuos”, subraya la empresa y añade que no se recupera ningún tipo de material que haya servido de ayuda para el transporte del residuo.
El destino final del asbesto que maneja Séché Group Perú es el relleno de seguridad de Ecocentro Chilca. “Es el depósito de seguridad más importante en el rubro con estándares internacionales y con un laboratorio altamente equipado con tecnología que nos da soporta para determinar el mejor tratamiento para una correcta disposición”, puntualiza la empresa.
VENTAJAS DE LA BUENA GESTIÓN DE RESIDUOS DE CONSTRUCCIÓN
Los beneficios de una adecuada gestión y manejo de residuos de construcción y demolición son tanto para el generador como para la comunidad. Esta importante tarea contribuye sustancialmente en el desarrollo sostenible de las ciudades.
En lo económico, la práctica de un buen manejo de los residuos sólidos de la construcción evita el arrojo de estos elementos contaminantes a las vías públicas o a botaderos. Así lo señala Cajas Ecológicas. “Esto, a su vez, detiene o minimiza el gasto público destinado a la recuperación de puntos críticos y de áreas degradadas por residuos sólidos, permitiendo que la inversión sea utilizada en aspectos de mayor relevancia para el desarrollo de la sociedad”, añade.
En lo social, la empresa destaca que la gestión adecuada de estos residuos genera cada vez más empleos formales derivados de la actividad. Esto contribuye en la mejora de la calidad de vida de la población y dinamiza la economía local.
En lo ambiental, la principal ventaja es la lucha contra la contaminación, la cual tiene una estrecha relación con algunos daños en la salud de las personas. Nótese la peligrosidad de estar expuesto al asbesto, ya sea en obra o por estar cerca de un botadero ilegal. El buen manejo de estos residuos le permite a la sociedad tener condiciones de vida más saludables.
Al respecto, Cajas Ecológicas señala: “La polución generada por la descarga constante de residuos de construcción ha generado afecciones por enfermedades broncopulmonares que, en cierta medida, al mejorar su gestión y manejo, estas tasas de morbilidad por enfermedades relacionadas se reducen”.
Finalmente, agrega que al priorizar la valorización de los residuos sólidos reaprovechables y hacerlos parte de la cadena de reciclaje, contribuyen con la construcción de un mundo más sostenible, debido a que se alarga la vida útil de las infraestructuras de disposición final; se evita el deterioro de la capa de ozono, pues se reduce la emisión de GEI (Gases de Efecto Invernadero); se minimiza el consumo y extracción de recursos naturales; y se permite la reinserción de nuevos materiales fabricados a partir de estos residuos, como agregados reciclados, bloquetas, adoquines, entre otros similares.